miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Quién es la mujer que sonríe como si cualquier cosa, desnuda de afeites? Es la hermana del presidente Felipe Calderón Hinojosa.  Ha conversado en "privado" con el Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos. El funcionario federal ha iniciado una gira de trabajo por Michoacán para promover el Seguro Popular, reunirse con su homólogo José Guadalupe Hernández Alcalá, y afinar detalles del programa que incorpora a ciudadanos que no tienen seguridad social. ¿Y porqué ha distraído tiempo oficial para juntarse con la señora Luisa María Calderón Hinojosa, candidata a gobernar Michoacán? Como dice el clásico: esa es la cuestión. Si se fijan ustedes en la imagen, el Secretario de Salud aparece en un discreto segundo plano, y se percibe discretamente contento, satisfecho tal vez de una misión cumplida. Y como para fincar la tesis de que la política mexicana es como el túnel del tiempo, el tercer personaje visible es un ayudante o un guardaespaldas, de esos que retrató con insigne tino Abel Quezada: mofletudo, gordinflón y con la corbata fuera del suéter. ¿Es que estamos en los tiempos del PRI o qué?.
Nada importa que se haya criticado al Presidente el poner a disposición de su hermana, la que se iba a ir del país para no ser la pariente incómoda, el aparato de estado. Antes del acto estrictamente protocolario el Secretario de Salud platicó con la candidata, seguramente para enterarla de los pormenores de este programa, su aplicación en zonas emergente, los alcances en la población de bajos ingresos. Es decir hablamos de información privilegiada. En una democracia con instituciones más o menos sólidas esto ya habría provocado indignación y escándalo. Aquí no. Hay una suerte de metafísica de las costumbres panistas, de filosofía política del haiga sido como haiga sido, que los inocula contra el rubor.
En unas horas más llegará el Presidente a la tierra caliente michoacana, ahí en donde secuestraron por varias horas a empleados de las empresas encuestadoras Mitofsky y Parametría. en el municipio en donde acampan más de mil 500 policías federales y militares a la búsqueda de La Tuta, el famoso narcotraficante líder de lo que resta de La Familia Michoacana. En la misma región en donde miles de ciudadanos se han quejado de los excesos cometidos por los guerreros de García Luna, (alrededor de 300 quejas documentadas ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos).Viene a inaugurar carreteras y hospitales y a pasearse por su tierra. Seguramente nos dirá que el país marcha bien, que los casi 60 millones de pobres son, parafraseando cierto ideólogo del neoliberalismo triunfal, un mito genial.
Por eso está tan contenta la hermana del presidente, y el empleado de la familia, perdón, el Secretario de Salud...
   

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